El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2024, que revelan una preocupante realidad: la infancia es el único grupo de población en el que ha aumentado la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social (AROPE), alcanzando el 34,1 %, frente al 26,1 % de la población en general. Además, la pobreza infantil ha crecido hasta el 29,2 %, mientras que el resto de los grupos de edad han experimentado mejoras, especialmente las personas mayores de 65 años.

Desde la Plataforma de Infancia, han querido reflexionar sobre estos datos en esta publicación y alertar sobre la necesidad de medidas urgentes. Su director, Ricardo Ibarra, ha señalado que, a pesar de las políticas implementadas, la pobreza infantil sigue en ascenso, lo que evidencia la necesidad de adoptar medidas más ambiciosas. Entre las propuestas planteadas se encuentran la creación de una prestación universal para la crianza, el aumento del Complemento de Ayuda para la Infancia (especialmente para niños y niñas mayores de 6 años) y la desvinculación del Ingreso Mínimo Vital de este complemento.

Otro dato alarmante es que el 6,9 % de la infancia sigue sin poder permitirse una alimentación adecuada con carne, pollo o pescado al menos cada dos días, el porcentaje más alto desde 2008. Además, un 16,3% de los hogares con niños, niñas y adolescentes ha experimentado retrasos en el pago de los gastos relacionados con la vivienda. Si bien ha habido una ligera mejora en la capacidad de mantener los hogares a una temperatura adecuada, Ibarra advierte que aún hay muchas familias que no pueden permitirse condiciones de vida dignas.

Desde la Plataforma de Infancia subrayan que combatir la pobreza infantil debe ser una prioridad política. Por ello, instan a todos los partidos a consensuar medidas efectivas en los próximos Presupuestos Generales del Estado.