La Plataforma de Infancia pide políticas medioambientales que tengan en cuenta a la infancia
Los niños, niñas y adolescentes son especialmente vulnerables al deterioro medioambiental, al aumento de temperaturas, a las sequías o a la aparición de fenómenos meteorológicos extremos y son una de las principales víctimas del cambio climático, por ello es necesario incluir la perspectiva de infancia en todas las políticas medioambientales, tal y como recoge el documento ‘El derecho de la infancia a un medio ambiente saludable: el papel de la infancia en la COP28’ que la Plataforma de Infancia ha enviado a Teresa Ribera, Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico con motivo de la Conferencia de Bonn que comienza el 5 de junio, que constituye el preámbulo a la COP28 que tendrá lugar en diciembre.
La contaminación del aire de las ciudades aumenta la aparición de enfermedades como asma, dolencias cardiovasculares o infecciones respiratorias y el aumento de las temperaturas impacta con mayor gravedad en las niñas, niños y adolescentes ya que no tienen una capacidad natural para adaptarse al aumento de temperaturas extremas o el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero. Además, según la Agencia Estatal de Meteorología, España es especialmente vulnerable al cambio climático, ya que está expuesto a un proceso de desertificación y a eventos meteorológicos extremos.
Los datos son contundentes, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación del aire causa la muerte de 1.200 niños, niñas y adolescentes en Europa. Además, se estima que, debido al cambio climático, se producirán alrededor de 95.000 muertes adicionales anuales de niños menores de 5 años víctimas de la desnutrición, para 2030 y 24 millones adicionales para 2050. La contaminación del aire también afecta al desarrollo neurocognitivo de los niños y niñas, impactando directamente en el derecho de la infancia a una educación de calidad o al derecho al juego.
En 2015, durante la COP25, YOUNGO, el grupo que representa a organizaciones juveniles de todo el mundo presentó a los Gobiernos la Declaración de Niños, Jóvenes y Acción Climática, en la que se destacan las prioridades a las que deberían comprometerse los Gobiernos para proteger los derechos de la infancia a un medio ambiente sano. En 2021, el Comité de los Derechos del Niño empezó a trabajar en la Observación General Número 26 sobre los derechos del niño y el medio ambiente recientemente aprobada, con un enfoque especial en el cambio climático y con el objetivo de integrar la perspectiva de infancia en el contexto medioambiental.
De cara a la Conferencia de Bonn y también a la COP28, que se celebrará en diciembre, la Plataforma de Infancia ha recomendado al Gobierno, entre otras cuestiones, apoyar el reconocimiento del derecho a un medio ambiente saludable para la infancia, asegurar la participación de niños, niñas y adolescentes en la delegación nacional para la COP28, incluir la perspectiva de infancia en las propuestas medioambientales, abordar el impacto de la crisis climática sobre los derechos de la infancia, promover la firma de otros gobiernos de la Declaración de Niños, Jóvenes y Acción Climática y promover y financiar una educación climática en el contexto de la transición hacia economías digitales y ecológicas.
“El Gobierno de España tiene un papel esencial a la hora de incorporar la perspectiva de infancia en relación con la agenda climática y una oportunidad en la COP28” ha añadido Ibarra “Es urgente poner en marcha políticas medioambientales que reduzcan los efectos del cambio climático garantizando la participación de los niños, niñas y adolescentes en la toma de decisiones de la agenda medioambiental”.