Que la pandemia por COVID-19 tuvo un impacto en la enseñanza a nivel mundial es un hecho. En España, en marzo de 2020 acabó el curso escolar para todos los estudiantes del país con el cierre de las aulas. Aunque se buscaron alternativas online para continuar la formación desde casa, el menoscabo del aprendizaje, la “pérdida” de hábitos, rutinas, etc. es evidente.

La situación no mejoró en exceso en el curso 2020-21, marcado por la pandemia pese a las clases presenciales, o semipresenciales en el caso de secundaria y la etapa universitaria.

Compartimos con vosotros una noticia que rescatamos de Newtral.es en la que hacen un pormenorizado análisis de esta situación que ha afectado, muy especialmente, a los hogares más desfavorecidos económicamente y que ha evidenciado una brecha socioeconómica que la educación pública tiende a paliar, porque, ¿qué ha ocurrido en los hogares sin ordenadores, tablets o acceso a internet?.

Y eso si hablamos únicamente de España. Pero si tenemos en cuenta los datos globales, los países con menor renta han sufrido esta pérdida en educación mucho más que los países ricos.

Con independencia de los países, lo que los expertos señalan es que los efectos de estos casi tres cursos escolares, serán perdurables en el tiempo y que recuperar lo perdido no será cuestión de este curso 2022-23 que parece ya ha retomado la normalidad pre-pandemia.

Como siempre desde POI Madrid, tratamos de mantener a nuestras entidades informadas de lo que ocurre en el campo de la infancia, por lo que, si esta noticia os interesa, podéis leerla completa aquí